8M: Hacia un Bienestar Laboral con Equidad de Género

*Artículo – colaboración para «La Voz de tu Comarca».  www.lavozdetucomarca.info

*(Publicación gratuita impresa / digital del Camp de Morvedre, Nº 241 del 20/02/2025, Pag. 3).

 

 

Cada 8 de marzo no sólo conmemoramos la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres, sino que también reflexionamos sobre los desafíos que persisten en el ámbito laboral.

A pesar de los avances en equidad de género, las desigualdades estructurales siguen impactando el bienestar laboral de muchas trabajadoras, afectando su desarrollo profesional, su salud mental y su calidad de vida.

La inequidad de género en el trabajo se manifiesta de diversas formas: brechas salariales, techos de cristal, dobles jornadas y una menor representación en puestos de liderazgo.

Además, factores como la sobrecarga de responsabilidades no remuneradas y la exposición a sesgos y estereotipos pueden incrementar los niveles de estrés y afectar la satisfacción laboral.

Diferentes estudios han demostrado que la desigualdad en el entorno laboral puede generar consecuencias psicológicas significativas, como la ansiedad y el síndrome de burnout.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición prolongada al estrés laboral sin una adecuada gestión puede desencadenar problemas de salud mental y reducir la productividad. Por ello, es esencial que las organizaciones adopten estrategias efectivas para garantizar un entorno de trabajo equitativo y saludable.

Para construir espacios de trabajo más justos y saludables, tanto las empresas como los empleados/as deben asumir un rol activo en la promoción del bienestar. Algunas acciones clave incluyen:

 Eliminar la brecha salarial y fomentar la equidad en oportunidades. Implementar auditorías salariales y programas de desarrollo profesional inclusivos permite reducir la desigualdad y potenciar el talento sin sesgos de género.

 Promover la conciliación entre vida laboral y personal. Flexibilizar horarios, fomentar el teletrabajo y brindar licencias parentales equitativas contribuye a reducir la sobrecarga de responsabilidades en las mujeres.

 Desarrollar políticas contra el acoso y la discriminación. Contar con protocolos claros y eficaces para abordar estos problemas es fundamental para generar entornos laborales seguros y respetuosos.

 Impulsar la presencia femenina en cargos de liderazgo. Las empresas deben diseñar planes de mentoría y formación que permitan a más mujeres acceder a posiciones de toma de decisiones.

 Fomentar una cultura organizacional inclusiva. La sensibilización y capacitación en igualdad de género para todos los colaboradores ayuda a eliminar estereotipos y sesgos inconscientes.

 

Al celebrar el 8M, no sólo deberíamos reconocer los logros alcanzados en la lucha por los derechos de las mujeres, sino también reafirmar nuestro compromiso con la construcción de un futuro laboral más justo e igualitario.

Entender que promover el bienestar laboral para las mujeres trabajadoras no sólo nos beneficia a nosotras, sino que también fortalece la productividad y sostenibilidad, contribuyendo en la creación de organizaciones más productivas, innovadoras y éticas.