*Artículo – colaboración para «La Voz de tu Comarca». www.lavozdetucomarca.info
*(Publicación gratuita impresa / digital del Camp de Morvedre, Nº 227 del 24/06/2024, Pag. 3).
La desmotivación laboral no solo disminuye la productividad, sino que también afecta la salud física y mental de las personas trabajadoras. Tradicionalmente, se ha considerado que la motivación es una responsabilidad individual, ignorando la influencia del entorno laboral. Frases como «hay que venir motivaditos de casa», pese a ser muy habituales, no tienen sentido si consideramos los factores que influyen en la motivación diaria.
Una de las principales causas de desmotivación laboral es la monotonía. Para mantener el entusiasmo, las personas necesitamos sentirnos desafiadas y encontrar significado en nuestro trabajo, por lo que tener que realizar tareas repetitivas y sin retos nos conduce al aburrimiento y al desinterés.
Así mismo, la falta de oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional también puede ser devastadora, ya que sin perspectivas de avance, el entusiasmo disminuye drásticamente. Además, un ambiente de trabajo tóxico, con conflictos y liderazgo deficiente, también contribuye a la desmotivación.
En el mismo sentido, cuando los valores de la empresa no coinciden con los de la persona trabajadora, se genera insatisfacción y descontento.
La desmotivación, además de reducir el rendimiento y el compromiso, tiene consecuencias serias para nuestro bienestar, incrementando los niveles de estrés, que pueden derivar en problemas de salud graves, como el síndrome de burnout.
Es esencial poder expresar sentimientos y preocupaciones, por lo que promover una comunicación abierta con colegas y supervisores facilita la identificación de problemas y la búsqueda de soluciones, mejorando así el ambiente laboral.
Las relaciones positivas en el trabajo son fundamentales y promover la camaradería y el apoyo mutuo puede mejorar significativamente el estado de ánimo y la capacidad para enfrentar los retos diarios.
En sentido contrario, compararse con los demás puede dañar la autoestima y generar un ambiente negativo, por lo que es más productivo centrarse en el propio progreso y logros individuales, ya que refuerza la autoconfianza y la motivación.
Para ello, establecer objetivos claros y alcanzables es clave, y lograr pequeñas metas diarias puede proporcionar sensación de éxito y mantener la motivación a corto plazo.
La desmotivación laboral debe ser abordada en los programas de prevención de riesgo psicosocial de las empresas. Sin embargo, las personas trabajadoras también pueden tomar medidas: equilibrar la vida laboral con actividades de ocio y autocuidado, dedicar tiempo para desconectar y relajarse, y si es necesario porque el entorno laboral resulta insostenible, planificar cuidadosamente la transición a un cambio de trabajo.
En resumen, la desmotivación laboral es un desafío para empleados/as y empresas porque la motivación es un fenómeno complejo, influenciado por el entorno y las condiciones laborales.
Las herramientas de la Psicología del Trabajo pueden ayudar a identificar las causas y a implementar estrategias efectivas para un entorno laboral saludable, que es clave para el éxito y el bienestar integral.
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