¿Sabes qué es un/a Chief Happiness Officer (CHO)?

En español, Director/a de Felicidad en el trabajo.

Es más que probable que en tu trabajo te hayas acostumbrado a escuchar cosas como «yo te pago, tú trabajas», «no se te paga por pensar, sino por obedecer»…, y demás lindezas de este estilo. Desde la primera Revolución Industrial, se ha normalizado descuidar a los empleados. Las personas no eran mas que un cheque a fin de mes, un número más. Pues bien, ésto tiene los días contados porque, afortunadamente, todo cambia. Sin embargo, no son las nuevas tecnologías las que garantizarán la salud, el bienestar y, por ende, los buenos resultados de las empresas. La comunicación, la empatía, la capacidad de escuchar y cuidar al empleado, son las nuevas reglas del juego.

Cada trabajador dedica aproximadamente 227 días cada año a trabajar, lo que se traduce en unas 1.816 horas anuales. Una gran cantidad de tiempo, teniendo en cuenta que alrededor del 85% de los empleados no son felices, según diversos estudios internacionales.

Un elevado número de profesionales sufren estrés y desgaste psicológico en el trabajo, y se estima que unos 264 millones de personas padecen depresión y/o ansiedad (consideradas ya como algunas de las principales causas de incapacidad laboral), viéndose agravado además por el actual contexto pandémico.

En su informe del pasado mes de mayo, la ONU alertó de que la salud mental es clave para el buen funcionamiento de las organizaciones. En esta misma línea, en nuestro país, el Ministerio de Trabajo emitió un nuevo criterio técnico en materia de salud laboral y riesgos psicosociales, que puedes conocer en mi publicación Inspección de Trabajo, Riesgos Psicosociales y sanciones.

Por otro lado, múltiples estudios demuestran que los trabajadores que se sienten a gusto en su organización, están más motivados y son entre un 60% y un 80% más productivos, cogen menos bajas y están más comprometidos con la empresa.

Las personas buscamos que el trabajo no sólo nos lleve a realizarnos a nivel económico, sino también a nivel personal. Queremos que lo que hacemos nos haga sentir bien , mantener buenas relaciones, y conseguir resultados que impacten positivamente en la sociedad y el ambiente.

Los «millenials» lo tienen claro. Han cambiado el eje de sus valores y priorizan la felicidad sobre la estabilidad laboral, incluso económica, de ahí la trascendencia en las empresas del futuro.

Ante todas estas circunstancias, por fin, cada vez más empresas se esfuerzan por mejorar la felicidad, la satisfacción y el bienestar corporativo. De hecho, han empezado a implantar la figura del Chief Happiness Officer (CHO), encargada de potenciar la felicidad de los empleados, y responsable de atraer y retener el talento, mediante «estrategias de felicidad» definidas.

 

¿Qué es un/a Chief Happiness Officer (CHO)?

La figura del/la CHO, también conocida como Director/a de Felicidad, Happiness Consultant o Especialista en Felicidad, es relativamente novedosa. Se trata de un nuevo perfil profesional, surgido en Estados Unidos, que tiene como labor fundamental el fomentar la felicidad, tanto de los trabajadores como de los jefes.

Aunque este nuevo cargo pueda sonar simplemente a colocar un futbolín o espacios recreativos en la empresa, el/la CHO va más allá que un responsable de RRHH tradicional. El foco ya no está únicamente en ofrecer beneficios sociales a los empleados para que acudan más motivados al trabajo (vales de comida, servicio médico, planes de pensiones, gimnasio, programas para una vida saludable…), sino en lograr que el trabajo en sí mismo sea una fuente de realización personal.

En definitiva, integrado dentro del área de RRHH, este/a profesional se encarga de implantar la cultura del bienestar y felicidad en su empresa, fomentándola por medio de las llamadas «estrategias de felicidad».

 

¿Cuáles son las principales funciones de un/a CHO?

  • Valorar a los empleados. Este/a especialista de la felicidad en el trabajo y su equipo deben lograr que los empleados se sientan importantes dentro de la empresa, no sólo profesionalmente, sino también personalmente. Un trato sin mimo, sin el respeto debido, así como la sensación de que el trabajo duro no se tiene en cuenta, son dos de los principales motivos de desencanto laboral, de comportamientos contraorganizacionales, e incluso de abandono del puesto de trabajo.
  • Escuchar activamente. Dada la enorme importancia de que los trabajadores sientan que son valorados y que su opinión se tiene en cuenta, así como para entender qué desean y necesitan para estar más cómodos, es indispensable escucharlos, darles voz. Así, deben ponerse a su disposición los canales adecuados a través de los que trasladar sus necesidades, ideas, sugerencias, y obtener respuestas.
  • Promover los valores de la compañía. La empresa debe contar con unos valores claros que la definan. Son los pilares de su imagen externa e interna. En este sentido, es especialmente relevante ser coherentes y consistentes, y hacer gala de esa filosofía en todas las situaciones del día a día, conflictos y toma de decisiones que se presenten.
  • Favorecer un buen ambiente de trabajo. Somos, ante todo, seres sociales y disfrutamos relacionándonos con nuestros semejantes, compartiendo momentos y experiencias, tanto profesionales como extraprofesionales. Bajo esta premisa, el/la CHO debe formar equipos que conecten para asegurar un ambiente agradable, además de mejorar el clima laboral con otras estrategias, y mediante actividades y espacios adecuados. El factor humano es uno de los que más valoran los empleados.
  • Fomentar el trabajo en equipo. El buen funcionamiento de los equipos influye muy positivamente en una empresa, no sólo en la productividad, sino también en lo que respecta a la felicidad y bienestar laboral. En este sentido, es recomendable que la empresa sea casi como una «familia« para los trabajadores, que la perciban como tal. Así, ofrecer herramientas a los equipos para que las cosas fluyan, es responsabilidad del/la CHO.
  • Potenciar el desarrollo profesional. Todos queremos progresar en el trabajo. Disponer de apoyo para fomentar los puntos fuertes, y lograr más oportunidades de crecimiento personal y profesional dentro de la organización, resulta un valor diferencial en la atracción y retención del talento.
  • Dar libertad. El/la CHO confía en sus trabajadores, los considera individuos responsables y, consecuentemente, en la medida en que sea posible, les da libertad para gestionar su tiempo y carga de trabajo, personalizar su espacio laboral, y poner en práctica sus propias ideas. Tal autonomía sorprenderá gratamente a la empresa con un mayor rendimiento e innovación.
  • Ayudar a conciliar. Una empresa feliz reconoce la importancia del equilibrio entre la vida profesional y personal, con políticas que favorezcan la conciliación de ambas esferas.

 

 

Factores clave de las «estrategias de felicidad».

Las «estrategias de felicidad» son diversas, y sus ventajas múltiples (mayor compromiso, ventajas competitivas en el mercado, fidelización del talento, menores tasas de absentismo, prestigio organizacional…). Siguiendo el modelo «SHARP» («Ser feliz es cosa tuya», Tal Ben-Shahar y Angus Ridway, 2018), cinco son los factores clave para fomentar la felicidad en las empresas:

  • S = Strong (Fortalezas). Consiste en alinear el trabajo con las fortalezas personales, que están íntimamente relacionadas con nuestro rendimiento y con nuestras pasiones. Por otro lado, están las «fortalezas de carácter», es decir, cuando una persona se encuentra en su momento óptimo a nivel personal. Alinear el trabajo con las fortalezas laborales y las personales es una forma de potenciar las habilidades en el entorno laboral, y de alcanzar de forma eficiente los objetivos marcados.
  • H = Health (Salud). La palabra habla por sí misma. Consiste en gestionar nuestra energía vital desde lo físico, lo emocional y lo espiritual. Las exigencias del trabajo suelen generar distintos niveles de estrés. De hecho, una de las consecuencias de la pandemia, derivada de la inestabilidad laboral, es la «productividad tóxica» (producir más de lo necesario ante el miedo y la incertidumbre). Es necesario un equilibrio entre el desgaste que causa el estrés y la recuperación dentro y fuera del trabajo, mediante el cuidado físico (ejercicio, descanso, alimentación saludable…), y emocional (relaciones interpersonales, tiempo de desconexión…).
  • A = Absorption (Absorción). Capacidad de concentrarnos en el momento presente para conseguir nuestros objetivos, evitando las distracciones. Las distracciones pueden ser tanto externas (smartphones, chats, e-mails…), como internas (preocupaciones, miedos, autocrítica…). Representan un grave problema, ya que provocan pérdida de concentración, disminución de la productividad, y generan estrés e insatisfacción. Una de las formas de combatirlo es establecer mayor claridad de rol y objetivos, así como entrenamiento con prácticas como el mindfulness o la meditación.
  • R = Relationship (Relaciones). Capacitar a las personas en el desarrollo de habilidades interpersonales y procesos de comunicación. Es relevante generar momentos de interacción para conocerse, mantener y fomentar relaciones positivas. Además, éstas enriquecen la inteligencia colectiva de la empresa, al crearse un clima perfecto y distendido para compartir conocimiento y desarrollar la creatividad.
  • P = Purpose (Propósito). Realizar un trabajo por vocación permite que las personas seamos más productivas y sintamos una mayor motivación por el logro de nuestros objetivos. Una exitosa «estrategia de felicidad» debe promover la motivación y ayudar a los empleados a hallar sus propósitos, aquellos por los que realiza su trabajo. En este sentido, es necesario tener en cuenta que no es lo mismo trabajar por la compensación económica o el status, que por el impacto que tu trabajo genera en la sociedad. No es la tarea la que motiva un propósito importante, sino cómo lo hago y para qué.

 

 

El/la CHO ideal.

Aunque distintos perfiles profesionales podrían ser válidos para el puesto de CHO, es importante que pertenezca al ámbito de los RRHH, con conocimientos de gestión de personas, contratación y retención del talento, además de tener formación especializada en áreas como el Coaching, liderazgo, comunicación, motivación, análisis de datos…

En este sentido, los psicólogos y psicólogas del Trabajo y las Organizaciones, como especialistas en gestión de personas y equipos, representamos las mayores garantías de profesionalidad, rigurosidad científica, conocimiento académico y estructurado, práctico y metodológico, para las empresas en sus estrategias corporativas de salud, bienestar y felicidad.

Confío en que esta pequeña aproximación a la figura profesional del/la Chief Happiness Officer (CHO) te resulte una información interesante y de utilidad. Si quieres saber más, tienes algún comentario, duda, o proyecto organizacional relacionado, contacta conmigo y resolvemos.