*Artículo – colaboración para «La Voz de tu Comarca». www.lavozdetucomarca.info
*(Publicación gratuita impresa / digital del Camp de Morvedre, Nº 225 del 23/05/2024, Pag. 3).
Estudios y análisis se hacen continuamente y revelan lo que ya intuimos pero con datos, que son importantes, y alarmantes. Según la OMS, los trastornos mentales, el estrés, la ansiedad y la depresión son las principales causas de incapacidad laboral en los países desarrollados
En España, se calcula que las pérdidas para las empresas equivalen al 3% del PIB, unos 37.000 millones de euros al año. Por tanto, ya no se discute que es prioritario poner el foco en paliar los efectos devastadores que generan estas patologías, en la prevención y la promoción de la salud mental y el bienestar emocional.
Aunque las grandes empresas ya están obteniendo resultados apreciables y el resto les siguen, los empleados/as todavía consideran que no se hace lo suficiente.Y es obvio que tienen razón dados los datos de absentismo.
Los/as profesionales de la Psicología del Trabajo y las Organizaciones insistimos en que no se trata sólo de una cuestión de responsabilidad social sino también de una inversión estratégica a largo plazo, e instamos a las empresas a ir más allá de los requisitos legales en la promoción y prevención de riesgos psicosociales.
En este sentido, para implementar la salud mental y el bienestar emocional en la cultura y estrategia empresarial, podrían proponerse una serie de pasos clave:
Establecer un compromiso con la salud mental y emocional de los/as empleados/as.
Realizar un diagnóstico para conocer cuál es la realidad de la empresa, y en base a ello, empezar a trabajar.
Establecer las metas y estrategias a seguir (por ej., reducir el estrés, apoyar el bienestar, el equilibrio familia-trabajo…).
Pasar a la acción diseñando e implementando medidas concretas que permitan alcanzar los objetivos (por ej., atención psicológica presencial/online, programas de gestión de estrés, de apoyo a la familia, de desarrollo y crecimiento personal, liderazgo, gestión del tiempo…).
Medir para conocer e incrementar el impacto o “huella” en el bienestar del personal laboral.
Generar y promover una cultura de apoyo y comunicación de necesidades, y en caso de que el “daño ya se haya producido”, apoyar a sus trabajadores/as facilitando su recuperación y reincorporación.
Si bien es cierto que cada empresa es única y los enfoques específicos pueden diferir en función de sus necesidades y los recursos de los que disponen, en todos los casos es esencial contar con los/as profesionales de la Psicología del Trabajo y las Organizaciones para garantizar la inversión a largo plazo más beneficiosa y sostenible, contribuyendo además al bienestar de la comunidad y la sociedad.
Se trata de un asunto que debemos tomarnos con el máximo rigor y seriedad, tanto en el plano laboral como en el resto de los ámbitos de nuestra vida. Dejarlo en manos de gurús, ticktockers, coaches de moda y demás “vende humos”, ni es serio ni profesional, pudiendo conllevar gravísimas consecuencias.