*Artículo – colaboración para «La Voz de tu Comarca». www.lavozdetucomarca.info
*(Publicación gratuita impresa / digital del Camp de Morvedre, Nº 219 del 22/02/2024, Pag. 3).
Pues sí, soy mujer y celebrar el 8M es importante para mí porque el bienestar laboral y la salud mental es cosa de todos y de todas, es decir, de personas trabajadoras y toda oportunidad para recordarlo es buena.
El 8 de marzo no sólo es una fecha para conmemorar los logros históricos y las luchas en pro de los derechos de las mujeres, sino también para reflexionar sobre los desafíos que aún enfrentamos en el ámbito laboral, destacando la estrecha relación que existe entre el bienestar laboral y la igualdad.
El bienestar laboral abarca diversos aspectos que influyen en la calidad de vida de los/as trabajadores/as, desde la seguridad física hasta el equilibrio entre la vida laboral y personal. Sin embargo, para muchas mujeres, la realidad laboral está marcada por desigualdades persistentes que afectan su bienestar.
Uno de esos desafíos es la brecha salarial. A nivel mundial, las mujeres aún ganamos significativamente menos que nuestros colegas masculinos, a pesar de desempeñar trabajos similares o incluso idénticos.Esta disparidad no sólo impacta en nuestro bienestar económico o financiero, sino también en nuestra autoestima y sentido de valía en el trabajo, y por ende, en la vida.
Además, las mujeres tenemos que enfrentar obstáculos adicionales en nuestra carrera profesional, como el techo de cristal y la “des-conciliación” familiar. Estas barreras dificultan nuestro avance en la jerarquía organizacional y pueden generar un ambiente laboral poco favorable para nuestro desarrollo profesional y bienestar emocional, lo cual también afecta directamente a los resultados de las empresas. Lo quieran reconocer o no, es un hecho.
Y por supuesto, no podemos olvidarnos del acoso sexual y de la discriminación de género, que también representan serios riesgos para el bienestar de las mujeres en el trabajo. La falta de políticas adecuadas y de un ambiente laboral seguro puede contribuir a la perpetuación de estas conductas, afectando negativamente la salud mental y emocional de las trabajadoras.
Es indiscutible que las empresas y organizaciones deben asumir un compromiso real con la promoción del bienestar laboral y la igualdad de género, lo que implica implementar políticas y prácticas que eliminen la brecha salarial, fomenten la inclusión y la diversidad en todos los niveles de la organización, y garanticen un entorno laboral seguro y libre de discriminación.
Al celebrar el 8M, no sólo debemos reconocer los logros alcanzados en la lucha por los derechos de las mujeres, sino también reafirmar nuestro compromiso con la construcción de un futuro laboral más justo e igualitario.
Entender que promover el bienestar laboral para las mujeres trabajadoras no sólo nos beneficia a nosotras, sino que también contribuye a la creación de organizaciones más productivas, innovadoras y éticas.
