Con la llegada de la temporada navideña, que cada vez se adelanta y prolonga más, también es común que se vean afectados nuestros niveles de estrés, y por tanto, nuestra salud y bienestar. Se trata de un tipo de estrés relacionado que coloquialmente conocemos como «Estrés Navideño».
Las compras navideñas, los compromisos sociales y las múltiples actividades tradicionales pueden intensificar los síntomas de cansancio físico y mental, contribuyendo a generar estrés y ansiedad.
Desde un punto de vista psicológico, el estrés navideño se nutre de la necesidad de cumplir con estándares idealizados: regalos perfectos, decoraciones impecables, reuniones felices y la ineludible sensación de “la época más maravillosa del año”.
Sin embargo, este ideal choca a menudo con la realidad, generando tensiones adicionales que afectan directamente a nuestro bienestar.
Algunos de los factores que más contribuyen al estrés durante estas fechas incluyen la situación económica y los gastos, la acumulación de compromisos sociales y familiares, la conciliación laboral, los mensajes navideños y el cansancio en general.
Estas situaciones pueden desencadenar una serie de síntomas psicofisiológicos, como la sensación de falta de control, irritabilidad y exceso de pensamientos negativos o recurrentes, dolores musculares, insomnio, problemas estomacales y dolores de cabeza.
Los gastos y problemas económicos son de las principales causas de estrés en estas fechas para muchos de nosotros. La compra de regalos, alimentos, las salidas y viajes, pueden generarnos una carga que contribuya a disparar nuestros niveles de estrés.
No obstante, existen formas de aliviar la presión financiera durante la Navidad, como por ejemplo, planificar, presupuestar y comprar menús y regalos con varias semanas de antelación, compartiendo responsabilidades y tareas con otras personas, puede ahorrarte imprevistos, prisas y bastante dinero, además de posibles olvidos y agobios.
Te ofrezco más información sobre estrés económico en: ¿Estrés Económico también en septiembre?
Los reencuentros y reuniones con familiares y amigos pueden ser momentos muy emotivos y divertidos, pero también pueden convertirse en una importante fuente de conflictos, discusiones y estrés. Y es que las expectativas e imposiciones de felicidad en Navidad, pueden generarnos frustración, ira, tristeza.
En las comidas y reuniones, intentar no tocar temas delicados que puedan suponer situaciones incómodas, no juzgar, y adoptar una actitud respetuosa y amable, ignorando posibles comentarios desafortunados o provocaciones, te ayudará a disfrutar y rebajar los niveles de estrés.
Gestionar tus expectativas de manera realista, el sentido común y el optimismo siempre serán más recomendables que acumular estrés. Tu autocuidado es indispensable también en Navidad.
Por ello, si sientes que algo no va bien, buscar ayuda psicológica profesional es tu mejor opción. La Psicología Coaching puede ser una excelente herramienta para ayudarte a manejar tus emociones y reducir el estrés, tanto de tu día a día, como durante esta temporada navideña.
Te ofrezco más información sobre autocuidado y bienestar en: Autocuidado y Bienestar: descubre cómo la TelePsicología Coaching puede mejorar tu vida
Y, si sientes que el estrés navideño vuelve a tu casa cada año, como el turrón, como Psicóloga Especialista en Coaching, puedo proponerte un plan y ayudarte a gestionar tus emociones y disfrutar de tu mejor Navidad.
Estrés Navideño
Aunque podría parecernos lo contrario, el estrés navideño y el bienestar laboral están íntimamente relacionados. La presión asociada a la temporada navideña puede manifestarse de diversas formas en el entorno laboral.
Las empresas ya saben que un empleado estresado, no sólo experimenta una disminución del rendimiento, sino que también enfrenta claros riesgos para su salud mental y física.
Por ello, implementar estrategias que contribuyan a mitigar el estrés navideño puede formar parte de su inversión en bienestar laboral y, por ende, en productividad.
En última instancia, reconocer y gestionar el estrés navideño no sólo beneficia a los empleados/as individualmente, sino que también fortalece la cultura organizacional.
Al integrar prácticas psicológicas centradas en la persona y en el bienestar, las empresas no sólo pueden mejorar el ánimo de su equipo, sino que también estarán sentando las bases para un inicio de año más equilibrado, saludable y productivo.
Por ello, si piensas que el estrés navideño vuelve a tu empresa o negocio cada año, como el turrón, como Psicóloga Especialista en Coaching, Trabajo y Organizaciones, puedo proponerte un plan y ayudarte a implementar estrategias para el cuidado y promoción de la salud mental y el bienestar laboral.
