Desmontando Mitos del Amor Romántico: Un Vínculo Peligroso con la Violencia Machista en Adolescentes

La llegada del Día de San Valentín o «de los enamorados», además de arrastrarnos en la vorágine consumista comercial, también puede llevarnos a reflexionar, entre otras muchas cosas, sobre las relaciones afectivas en la adolescencia y cómo los mitos del amor romántico pueden contribuir a la normalización de conductas violentas en la pareja, a desmontar algunos de estos mitos y a explorar su impacto en la vida de nuestros/as adolescentes, considerando la importancia de educar sobre relaciones saludables. Bueno, al menos a mí sí me ha llevado a ello.

Empiezo por recordarte (porque seguro que te suenan) e intentar desmontar algunos de esos «mitos del amor romántico»:

  • MITO: este mito perpetúa la idea de que las personas con gustos diferentes, e incluso enfrentados, se complementan mejor y la relación es menos monótona, incluso de que hay cierta «emoción positiva» en el conflicto.
  • REALIDAD: compartir intereses y valores similares facilita la comprensión mutua y el desarrollo de una conexión sólida.

  • MITO: aunque haya habido episodios de violencia, el perdón y el amor de la víctima puede cambiar al agresor.
  • REALIDAD: el perdón y el amor no son garantía de cambio, las situaciones violentas suelen repetirse y, lamentablemente, agravarse.

  • MITO: los conflictos son normales al principio de la relación, ya que las parejas tienen que ir encajando. Además las chicas, en ocasiones, se buscan la agresión provocando al agresor.
  • REALIDAD: los conflictos continuados reflejan problemáticas más profundas, y no tienen justificación, ni en el ámbito de pareja ni en ningún otro. La comunicación saludable y el respeto mutuo son la base de una relación estable.

  • MITO: en la vida sólo hay un amor verdadero que no hay que dejar pasar.
  • REALIDAD: lo más probable es que cada persona tenga varias parejas, varios amores verdaderos, independientemente de que éstos sean más o menos duraderos. Esta idea de la «media naranja» limita las posibilidades de crecimiento y desarrollo personal, somos «naranjas completas».

  • MITO: el amor y la pareja dan sentido a la vida y son la fuente más importante de felicidad. El amor real es una entrega total.
  • REALIDAD: el amor es sólo una parte de la vida y de los sentimientos. La felicidad depende del desarrollo de cada persona, no de sus relaciones de pareja. Para ser real, el amor no necesita una renuncia a la propia identidad, intimidad y vida propia. La entrega total puede conducir a la dependencia y al deterioro de la autoestima.

  • MITO: los celos son una forma de expresar el amor, y soportar la violencia de la pareja es un acto de amor, «quien bien te quiere te hará llorar», seguro que has oído esta frase alguna vez.
  • REALIDAD: los celos, si se legitiman, pueden transformarse en una forma de control y posesión. Soportar la violencia no es meritorio, es injusto e injustificable, y no tiene cabida en ninguna relación saludable. El amor no duele.

  • MITO: el amor «todo lo puede», «todo lo arregla» y por amor, “todo se justifica”.
  • REALIDAD: el amor no es un remedio universal que todo lo soluciona. El respeto, la comunicación y, cuando sea necesario, la asistencia psicológica profesional son componentes esenciales para construir relaciones sólidas y saludables.

 

Estos mitos del amor romántico no sólo afectan a las relaciones adultas, sino que también influyen significativamente en las percepciones y comportamientos de nuestros/as  adolescentes. La normalización de estas ideas puede contribuir a la perpetuación de la violencia machista en las nuevas generaciones.

La falta de reconocimiento de la violencia en una relación, tanto por parte de las víctimas como de los agresores, dificulta la prevención y la intervención temprana.

Lidiar con adolescentes no siempre es tan fácil y reconfortante como desearíamos, pero recuerda que para ellos/as tampoco lo es. Sin embargo, si es nuestra responsabilidad y deber como sociedad protegerlos/as y garantizar su bienestar. 

En San Valentín, recordemos que el amor no debe implicar sufrimiento ni sacrificio de la propia identidad, y que la educación y el ejemplo son claves para construir relaciones basadas en el respeto mutuo, la comunicación abierta y el apoyo emocional genuino.

Proteger a nuestros/as adolescentes y garantizar su bienestar es nuestra responsabilidad, una tarea para la que la Psicología y el Coaching pueden ser herramientas poderosas para fomentar relaciones saludables y prevenir la violencia en el amor.

Recuerda que las relaciones sanas se construyen sobre la base del respeto, la igualdad, la confianza, la comunicación y el apoyo, un vínculo que nos ayuda a crecer. Y ésto aplica a las relaciones de pareja, amistad, familiares y de trabajo. Nunca es tarde, tampoco fácil, pero puedes escapar de relaciones tóxicas y construir otras positivas y saludables que te cambiarán la vida.