*Artículo – colaboración para «La Voz de tu Comarca». www.lavozdetucomarca.info
*(Publicación gratuita impresa / digital del Camp de Morvedre, Nº 221 del 28/03/2024, Pag. 3).
Pues sí, a menudo pasamos por alto la influencia que las festividades culturales y religiosas tienen en nuestro bienestar emocional y, por ende, en nuestra productividad y satisfacción laboral.
Pero, desde una perspectiva Psicosocial, no son sólo momentos de reflexión espiritual y conexión familiar, sino que también pueden tener un impacto significativo en el bienestar de trabajadores/as.
Por lo tanto las empresas, tanto públicas como privadas, pueden aprovecharlo para promover entornos laborales más saludables y productivos.
Una de las formas más evidentes en que Semana Santa y Pascua influyen en el bienestar laboral es a través del descanso y la desconexión.
Para muchos trabajadores/as, estas vacaciones representan una oportunidad para recargar energías, pasar tiempo de calidad con la familia y amigos, y alejarse del estrés diario del trabajo.
Esta pausa permite reducir el agotamiento emocional y mental, lo que a su vez puede mejorar la productividad y la creatividad en el trabajo a largo plazo.
Sin embargo, es necesario que las empresas reconozcan y apoyen esta necesidad de descanso y fomenten una cultura organizacional que valore el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Por ejemplo, ofrecer flexibilidad en los horarios antes y después de las fiestas, puede contribuir en gran medida al bienestar laboral de empleados/as.
Otros elementos importantes que pueden incidir en el bienestar en el trabajo es la conexión social y el sentido de comunidad.
Estas fiestas fomentan reuniones familiares, encuentros con amigos y participación en actividades comunitarias, lo que puede fortalecer los lazos sociales y proporcionar un valioso apoyo emocional.
Las empresas pueden aprovechar este sentido de comunidad, por ejemplo, en la organización de eventos sociales o actividades de team building antes o después de las fiestas, lo que podría incrementar la cohesión entre los miembros del equipo y promover un ambiente laboral más positivo y colaborativo.
Por otro lado, Semana Santa y Pascua también pueden ofrecer un tiempo para la reflexión personal y el crecimiento espiritual.
Tener la oportunidad de desconectar del trabajo y reflexionar sobre metas personales y profesionales puede llevar a una mayor claridad y motivación en el trabajo.
En este sentido, las empresas pueden apoyar este aspecto del bienestar laboral promoviendo la autonomía y el desarrollo profesional de sus empleados/as, proporcionando oportunidades de aprendizaje y crecimiento, y fomentando un ambiente de trabajo que valore el autocuidado y el bienestar personal, contribuyendo así al sentido de propósito y satisfacción laboral.
Resumiendo, que las vacaciones de Semana Santa y Pascua, más allá del fervor religioso y las tradiciones, también pueden ser una oportunidad para promover entornos laborales más saludables y productivos, reconociendo y apoyando la importancia del descanso, la conexión social, la reflexión personal, el crecimiento y desarrollo profesional, y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Sin duda, pueden ser una opción más para las empresas de cultivar una cultura organizacional que valore y promueva el bienestar integral de sus trabajadores y trabajadoras.